Foofie wrote:La palabra ultima!
Walter, allow me to hijack your thread for a moment. Thank you.
Foofie, I've offered you to have the
last word and you dismissed my offer.
Indeed, showing again your superficial knowledge, persistent on any subject, you came up with the
ultimate word.
As you if you had that deep insight in language in general to do so.
But this is mere illusion on your part.
As a consequence, see hereafter, some excerpts what a
palabra is:
Quote:Porque la palabra actual, como la palabra antigua, está en el interior de un paréntesis en el tiempo, dentro de una forma de tiempo, si me permiten la expresión. Siendo idéntica la modulación de tiempo, la palabra del analista tiene el mismo valor que la palabra antigua.
Este valor es valor de palabra. No hay aquí ningún sentimiento, ninguna proyección imaginaria y el Sr. Nunberg, quien se agota en la tarea de construirla, se coloca así en una situación inextricable.
Para Loewenstein, no hay proyección, sino desplazamiento. Es ésta una mitología que presenta todas las apariencias de un laberinto. Sólo podemos salir de él reconociendo que el elemento-tiempo es una dimensión constitutiva del orden de la palabra.
Si efectivamente el concepto es el tiempo, debemos analizar la palabra por capas sucesivas, debemos buscar sus sentidos múltiples entre líneas. ¿Esto nunca acaba? Sí, tiene un final. Pero lo que se revela en último lugar, la palabra última, el sentido último, es esa forma temporal de la que estoy hablando, que es por sí sola una palabra. El sentido último de la palabra del sujeto frente al analista, es su relación existencial ante el objeto de su deseo.
Este espejismo narcisista no adquiere en esta ocasión ninguna forma particular, no es más que lo que sostiene la relación del hombre con el objeto de su deseo y que siempre le deja sólo en lo que llamamos el placer preliminar. Esta relación es especular y coloca a la palabra en una especie de suspensión, puramente imaginaria, en efecto, en relación a esa situación.
Esta situación no tiene nada que sea actual, nada que sea emocional, nada que sea real. Pero, una vez alcanzada, cambia el sentido de la palabra, revela al sujeto que su palabra no es más que lo que he llamado, en mi informe de Roma, palabra vacía, y que en tanto tal carece de efecto.
Todo esto no es fácil. ¿Me siguen? Deben comprender que el más allá al que somos remitidos, es siempre otra palabra, más profunda. En cuanto al límite inefable de la palabra, éste radica en el hecho de que la palabra crea la resonancia de todos sus sentidos. A fin de cuentas, somos remitidos al acto mismo de la palabra en tanto tal. Es el valor de este acto actual el que hace que la palabra sea vacía o plena. En el análisis de la transferencia, se trata de saber en qué punto de su presencia la palabra es plena.
Funcion creadora de la palabra